martes, 4 de mayo de 2010

Aplicaciones de la domótica en la vida real

¿Qué es una casa domótica? ¿Tenemos que ser electricistas o ingenieros para diseñarla? A éstas y otras cuestiones pretende dar respuesta esta guía práctica. Para ir abriendo boca, un poco de historia y una serie de términos indispensables.

Todos hemos visto en películas de ciencia ficción un futuro con casas inteligentes que casi no requieren mantenimiento. El café está hecho a la hora de levantarnos de la cama, la ducha se pone en marcha a la temperatura correcta, se abren las persianas, e incluso nos da los buenos días.

Sin embargo, el futuro está mucho más cerca de lo que nos pensamos, y gracias a la combinación de la informática y la electrónica, podemos automatizar muchos de los procesos de nuestro hogar. Bienvenidos al maravilloso mundo de la domótica.

Qué necesitamos para que nuestra casa sea "inteligente"

Para entender la domótica, hay que conocer a sus "protagonistas", los elementos que necesitamos para convertir nuestra casa en un templo de la tecnología de automatización. Veamos un repaso.

  • Sensores: necesarios en todos los sistemas en los que el ordenador deba tomar una decisión, dado que son sus oídos, ojos, y manos. Pueden ser tanto de presión (microruptores, sensores diferenciales), como ópticos (fotoresistencias o fotodiodos), o acústicos (que en el fondo son sensores de presión). También pueden ser sencillos, enviando una señal tipo "he detectado algo", o más complejos, enviando flujos de información como imágenes y sonido en tiempo real.

    Actuadores
    Actuadores

  • Actuadores: los músculos de nuestro equipo de control, dado que son capaces de accionar sistemas electromecánicos. Pueden ser simples interruptores que accionan motores eléctricos de diferente potencia, relés para activar o desactivar circuitos eléctricos, o controladores más complejos para enviar una potencia determinada dependiendo de la señal recibida.

    Realmente estamos hablando de objetos cotidianos, muy usados en coches o aviones de radiocontrol. Todo aquel que haya visto uno sabrá que tienen pequeños motores llamados "servos" que permiten actuar sobre otros objetos, respondiendo a impulsos eléctricos.

    En algunos casos, la potencia requerida para mover un motor puede ser suficientemente alta como para que sea conveniente proteger el ordenador de posibles subidas de tensión que podrían dañarlo. Para ello podemos utilizar optoacopladores u otros sistemas de protección eléctrica similares, cuyo principal cometido es impedir que anomalías en la alimentación eléctrica lleguen al muy sensible equipo informático.

  • Sistema de control: si hemos hablado de los ojos, las manos, y los músculos de nuestro sistema, está claro que le falta algo: cerebro. El sistema de control será el encargado de tomar las decisiones correctas en todo momento. Normalmente se tratará de un ordenador que siempre estará encendido, aunque también puede haber sistemas no centralizados que tomen decisiones independientes (que serían como los actos reflejos de nuestro cuerpo).

    Para que el ordenador se convierta en un verdadero cerebro pensante, deberemos programarlo adecuadamente, dado que seremos nosotros los que le diremos qué debe hacer en cada situación.